lunes, 12 de abril de 2010

Ayuda contra ti mismo

Pregunta: Durante la lección según el libro del Zóhar, tengo que luchar contra mi mismo todo el tiempo. ¿Qué hacer para mantenerme en la intención correcta?




Respuesta: Es un estado natural para los principiantes. Trata de reconocer durante la lección para qué sufres ahora.




¡¿Y quien es el que sufre en ti?! Es tu cuerpo, el deseo egoísta que se resiste. En ti existen el cuerpo, el egoísmo, y el punto en el corazón dirigido hacia el Creador. ¿Cómo ves tu estado: desde del egoísmo o desde el punto en el corazón?




Si te encuentras en la unión con el punto en el corazón, El Zóhar te ilumina, pero esta Luz está opuesta a tu egoísmo. Esta Luz se siente en resistencia, como cuando una persona dice algo en contra de ti.




Imagina que estás sentado frente a tu esposa y ella critica lo que está mal en ti. Tú escuchas, comprendiendo realmente que debes corregirte y aceptas la crítica.




Tu ego no corregido no quiere escuchar y se resiste, pero tú te dices a ti mismo: “Esto no soy yo, sino el egoísmo que el Creador hizo especialmente en mí. El egoísmo no desea escuchar, pero yo quiero escuchar y amar a mi esposa, porque ella me indica mis faltas reales que requieren corrección”.




Imagina toda esta situación en los más pequeños detalles, hasta que comprendas que tienes que estar sentado, tratando de escuchar cada palabra del Zóhar. ¿Me resulta desagradable escucharlo? ¡Que bueno!




¿No estoy interesado en esta revelación? ¡Cierto! ¡El Zóhar me dice toda la verdad en forma directa y me enojo! ¡Es muy bueno! ¡Justamente esto es lo que El Zóhar debe hacer!




Así la Luz influye en mí, mostrándome en cuánto soy defectuoso. Entonces, alégrate y desea apegarse a ella, justamente en tal situación.




Ahora tienes dos puntos: Maljut que es defectuosa y la chispa que tienes que conectar a la Luz.




Ve junto con la Luz contra tu Maljut no corregida. Entonces, El Zóhar dejará de irritarte. Comenzarás a trabajar con lo que el libro despierta en ti, es decir, sobre ti mismo.




Prueba hacer ejercicios en la casa con tu esposa. Luego, el trabajo con El Zóhar no te parecerá tan pesado…





(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 08 de abril 2010)